La impecable harmonía en el detalle; fotografía "lifestyle" en Ocotea Boutique Hotel.
- Chuz Vargas
- 25 ago
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 26 ago

Como fotógrafa y diseñadora en Monteverde, he tenido la oportunidad de trabajar con espacios que no solo son visualmente hermosos, sino que también se les siente el alma. Ocotea Boutique Hotel es uno de esos lugares, aquí la luz, la arquitectura y la naturaleza se convierten en protagonistas.
La manera en que la luz y la arquitectura son aliados, creando espacios de claridad y frescura que dan gusto habitar.
Sus pasillos amplios y la brisa que se siente en los balcones de las habitaciones son una invitación a explorar un Monteverde auténtico y rico en biodiversidad
En cada visita, mi cámara se convierte en un puente entre la esencia del hotel y las emociones de quienes lo viven. El restaurante Nectandra es uno de mis rincones favoritos para fotografiar: el contraste de los colores vibrantes de cada ingrediente fresco con la elegancia del blanco y el dorado en la decoración es un verdadero festín para los sentidos. Aquí, el chef y su equipo no solo cocinan, sino que celebran la agricultura costarricense con cada plato.

Trabajar con Karen y Valeria, madre e hija y propietarias de Ocotea Boutique Hotel, ha sido un honor. Ellas han logrado canalizar su pasión, conocimiento e innovación en cada detalle, creando un legado que se siente en cada rincón.
Las sesiones de fotografía y video con su equipo siempre están llenas de sonrisas, confianza y complicidad; momentos que me recuerdan por qué amo capturar la esencia de proyectos que tienen un alma tan auténtica.
Si buscas un hotel boutique en Monteverde que combine diseño, hospitalidad y conexión con la naturaleza, Ocotea es un lugar que no solo se visita, sino que se vive. Y para mí, es un privilegio poder contar su historia a través de imágenes que reflejan la belleza y el corazón de Costa Rica.

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